Se acabó el sueño japonés en el Mundial de Qatar y la verdad, me hubiera gustado que continuara. Un equipo dotado de una disciplina táctica, un pundonor, una obediencia al esquema planteado y una condición física a prueba de balas quizá merecía algo más.

Sin embargo en el deporte y en la vida no se está solo por méritos sino por la capacidad de obtener logros y en la serie de penales frente a Croacia quedó demostrado que todavía están a larga distancia de codearse con los grandes.

Los croatas la sufrieron y en serio. Al grado que su gran estrella Luka Modric acabó fundido y pidiendo su cambio. Los nipones no dieron un balón por perdido y apretaron en todos los sectores de la cancha. El partido resultó muy entretenido aunque no faltan los villamelones que opinan que le faltó emoción.

En la serie de penales los cobros japoneses resultaron infames y por su lado los balcánicos fueron certeros. Así de simple y así de cruel. El llanto de jugadores y público de la tierra del sol naciente firmaron un epílogo bastante triste.

Del otro lado, un equipo también del lejano oriente quedó en la orilla. Corea del Sur no le opuso demasiada resistencia a la magia brasileña. Los amazónicos les dieron toque y luego se tentaron el corazón para solo meterles cuatro.

El próximo viernes jugarán ante Croacia descansados y relajados mientras al cuadro europeo indudablemente le cobrará factura el tremendo desgaste al que lo sometieron los japoneses.

Hoy conoceremos a lo últimos participantes en Cuartos de Final. Voy con España y Portugal aunque no será nada sencillo.

Los marroquíes le harán ver su suerte a la “furia roja” y Suiza no resultará un flan para los lusos.

El arbitraje en el Portugal ante Suiza, como ya lo hemos comentado, estará a cargo del equipo arbitral mexicano.

Con una actuación a su nivel, Ramos Palazuelos puede hacer válido mi pronóstico al colocarlo en una semifinal. Creo que la gran final tiene, desde que empezó el torneo, nombre y apellido: Daniele Orsato, de Italia.