Diario de Morelos

COLABORADOR DEL PERIÓDICO “EL HIJO DEL AHUIZOTE” Y AUTOR DEL PLAN DE AYALA

CARLOS LAVÍN FIGUEROA carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

Hay quienes todavía siguen apegados cómodamente a la historia oficialista de que fue Otilio Montaño el autor del Plan de Ayala.

Recién se cumplieron 112 del más importante manifiesto zapatista y finalmente de la Revolución Mexicana, el Plan de Ayala, promulgado por Zapata el 28 de noviembre de 1911.

En los años cincuenta, siendo niño conocí a Carlota, la hija de Carrasco casada con el hermano mayor de mi padre, ella hablaba de que su padre fue el autor del ¨Plan de Ayala”, el historiador Píndaro Urióstegui y otros más la visitaban frecuentemente para hablar del tema. Muchos años después me lo confirmaba, de ahí partí para esta investigación.

El abogado y poeta Salustio Carrasco Núñez, había sido colaborador del periódico liberal y antiporfirista El Hijo del Ahuizote, fue quien después elaboró el Plan de Ayala del que John Womack dijo, “no era un panfleto más…”

En el centenario de ese documento, en 2011 la entonces directora de la Facultad de Filosofía y Letras y el Director de Investigaciones Filosóficas, ambos de la UNAM, aseguraron aquí en Cuernavaca donde hoy es el Museo de Arte Indígena, que el documento, siendo eminentemente jurídico, solo pudo ser logrado por un abogado, conocedor de la literatura universal, y de la problemática agraria del estado.

Carrasco, un connotado antiporfirista que en 1900 y 1901 llegó de Guerrero y vivió en Villa de Ayala cuando era perseguido por su oposición a Antonio Mercenario -candidato porfirista al gobierno del Estado de Guerrero- quien intentaba reelegirse, fue acosado por defender el triunfo en las urnas de Rafael del Castillo Calderón, candidato independiente opositor. En Ayala fue protegido por el entonces líder campesino Luciano Cabrera, ahí, conoció a Emiliano Zapata y a Otilio Montaño, ahí asesoró a los campesinos ante los tribunales para la recuperación de sus tierras. Trabajó como secretario de juzgado en Cuautla y en Tetecala donde también fue administrador del hospital. Entre otros muchos, escribió una docena de sus épicos poemas fechados en Villa de Ayala, otros en Cuernavaca, Cuautla y Tetecala. Años después, en 1911, Zapata le encargó a Otilio Montaño un documento que desmintiera la imagen de violadores y robavacas que se tenía de los zapatistas en Ciudad de México, sin embargo, Montaño, un modesto maestro rural de primaria, lo encargaría a su vez al abogado Salustio Carrasco Núñez, quien en sus poemas, tenía frecuentes alusiones a la literatura clásica.

Llegada la Revolución Maderista, Carrasco reforzó aún más su relación con grupos conspiradores en Guerrero, en particular con los Miranda, que lanzaron el Plan Político y Social de la Sierra de Guerrero conocido como Plan del Zapote en el que Carrasco colaboró en su redacción antes de la Revolución Zapatista. Su libro “Nublos y Estrellas”, publicado post mortem en 1923, en el que especialistas dan por hecho que el estilo literario del Plan de Ayala es el mismo plasmado en sus épicos poemas.

Ambrosio Figueroa había sido destituido por Madero como gobernador de Morelos a petición del Plan de Ayala y es quien asesina a Carrasco el 14 de febrero de 1912, un día antes de cumplir 33.

Montaño fue juzgado con autorización de Zapata, por “traición al Plan de Ayala y a la causa revolucionaria”, y antes de ser fusilado, en su testamento político -que le dictó a otra persona- no mencionó ser el autor de ese manifiesto, lo que sería su mayor defensa, a lo que no recurrió, sobre todo siendo su juicio por traición al mismo.

Aquí reproduzco el artículo de la fundación Carlos Slim que prueba el trato de Carrasco con los hermanos Flores Magón y Antonio Diaz Soto y Gama, entre otros intelectuales:

“Una enorme manta con la leyenda ‘La Constitución ha muerto’ desentonaba con los moños tricolor de la conmemoración oficial por el 46 Aniversario de la Constitución de 1857. Era el 5 de febrero de 1903, y en el edificio ubicado en la calle Chiconautla 3, los editores del periódico de oposición El Hijo del Ahuizote protestaban por la ausencia de libertad de expresión que había llevado a la cárcel a Ricardo Flores Magón, periodista e intelectual crítico del porfirismo -y también a Carrasco.

Por eso, la alusión a su muerte en 1903 era una aguda crítica hacia el gobierno de Porfirio Díaz, encumbrado en el poder un periodo tras otro.

Este periódico se había fundado en 1885, en su origen estuvo a cargo de Daniel Cabrera y Manuel Pérez, y paulatinamente se fueron añadiendo más personajes, entre ellos Antonio Díaz Soto y Gama, Ricardo y Enrique Flores Magón Salustio Carrasco Núñez, Rosalío Bustamante, Manuel, Juan y Tomás Sarabia, Benjamín Millán, Evaristo Guillén. Los Flores Magón habían arrendado el periódico en 1902, y fue entonces que dirigieron al periódico en una de sus épocas más críticas.

Los hermanos Flores Magón ya tenían experiencia en el campo del periodismo crítico con su periódico Regeneración. Sin embargo, con El Hijo del Ahuizote cultivaron la tradición ácida e irónica que se plasmó en artículos satíricos y caricatura política a través de los cuales lograron expresar hacia un público amplio sus críticas contra el clero, el gobierno y el positivismo.

Aunque los editores de El Hijo del Ahuizote sufrieron la constante persecución de un gobierno porfirista cada vez más temeroso de la oposición, siguieron cultivando la ironía.

Archivo Histórico de Sinaloa; https://documentalias.wordpress. com/2012/03/22/un-sinaloense-autor-del-plan-deayala/

Entrevista del diputado e investigador de historia Píndaro Urióstegui al General Amador Acevedo; https://pacogaray.tripod. com/uriostegui/acevedo10. html

¡Hasta la próxima!

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2023-02-04T08:00:00.0000000Z

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